No siempre se cumple la vieja máxima de que nadie es profeta en su tierra. Rafael Churumbaque – acompañado por 12 musicos – dejó claro el pasado 11 de enero que  La Tierra Del Califato ha sido un éxito abrumador con un Teatro Góngora lleno de un público entregado. Rafael Churumbaque es un cantaor ortodoxo con una voz rotunda y flamenca de las que saben a madera vieja, pero a la vez moderno y a la vanguardia de estos nuevos tiempos.

Se forjó a la vieja usanza, enriqueciéndose en el tablao flamenco cordobés El Cardenal, con Merengue de Córdoba a la cabeza. Ahí es donde se curte el cantaor.  Es en este tablao durante doce años donde el cantaor desarrolla sus cualidades artísticas alternando con innumerables recitales, conciertos y viajes al extranjero con diferentes compañías de baile.  Después del disco grabado en Suiza Flamenco Puro, editó un video didáctico con la guitarra de Merengue, donde se desgranan más de treinta cantes. Churumbaque ha puesto el alma en este disco que se ha forjado a fuego lento durante año y medio.

Un trabajo realizado con cariño y cuidando el más mínimo detalle; un disco para todos los gustos. El single La tierra del Califato son tangos; pero también hay guajira, seguiriya, bulerias y tarantas, entre otros. Churumbaque se encuentra en unos de los mejores momentos de su carrera. Volcado en recitales y conciertos por toda la geografía española se puede considerar que es uno de los máximos exponentes del flamenco postmoderno. Habiendo conseguido la Lámpara Minera en 2009, su trabajo como docente en el Conservatorio Superior de Música de Córdoba y la salida al mercado de este gran trabajo discográfico avalan a Rafael y dan fe del momento de explendor en el que se encuentra.

Antonio Fontiveros.