A veces, para ser una leyenda, hay que morir joven. Otras veces, parece que la vida, en sí misma, es el mismo regalo, premio o reconocimiento. Fosforito, Antonio Fernández Díaz (Puente Genil, Córdoba, 1932), llegó a escribir letras hasta para el mismo José Monge Cruz, Camarón de la Isla. Ha recibido los premios habidos y por haber, pero el próximo martes 7 de mayo el cantaor cordobés abrió la Caja 1090 de antigua cámara acorazada de las Letras del Instituto Cervantes para depositar su legado para la historia del flamenco, considerado uno de los maestros del cante del siglo XX, que ya, de paso, se podría incluir en el siglo XXI. El cantaor entregó su legado, acompañado por su mujer, Maribel Barrientos; su hijo, Antonio Fernández, y por el director del Instituto Cervantes de Palermo, Juan Carlos Reche, así como por la secretaria general del Cervantes, Carmen Noguero. Fosforito dijo que quiere que abran la caja dentro de 100 años

Entre las pertenencias que donó para la historia se encuentran una réplica del Llave de Oro del Cante, que recibió en 2005, y un ejemplar del libro Fosforito, un genio musical, de Álvaro de la Fuente Espejo. Añadió un CD con cantes en los que le acompañaba al toque Paco de Lucía, con letras flamencas; así como un poemario flamenco de Antonio Murciano.

Además de poseer una discografía y unos conocimientos enciclopédicos, ha sido (y es) uno de los cantaores con un mayor registro de las últimas décadas. Además, ha tenido la fortuna de conocer muchos artistas y trabajar con las grandes figuras de muchas épocas… desde Paco de Lucía o Antonio Mairena hasta nuestros días.

Además de haber recibido innumerables premios y homenajes, como la V Llave de Oro del Cante (2005) o la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, Fosforito es un manantial al que muchos artistas van a beber, lo que lo hace doblemente grande.

El acto tendrá lugar en el Salón de Actos y Caja de las Letras del Instituto Cervantes (c/ Barquillo, 4, Madrid) a partir de las 11 horas.