El flamenco en Cataluña siempre ha gozado de muy buena salud. Aunque la ciudad de Barcelona suele ser el punto de referencia, hay otras ciudades que por ser más pequeñas no quiere decir que también disfruten del buen flamenco, como es el caso de la Peña Flamenca Duende y Pureza, principal referente del flamenco en Lleida desde 1987, así como el Teatre l’Escorxador, donde tienen lugar muchos actos de arte jondo a lo largo del año.
Por supuesto, no se puede obviar la historia del palo flamenco El Garrotín, que aunque no hay una base científica, parece ser que surgió a principios del siglo XX entre los gitanos de Lleida, que lo cantaban en catalán y bailaban en muchas de sus fiestas populares; y que a lo largo del tiempo se ha convertido en una variante del flamenco. Al igual que la ciudad reclama también el origen de la rumba catalana; algo que parece más discutible y que cuenta con más argumentos en contra.