En la noche de ayer pudimos disfrutar en el ciclo Primavera Flamenca de la Venta de Vargas 2024 del homenaje a los 25 Años sin Bambino, Miguel Vargas Jiménez, quien nos dejó en el mes de mayo de 1999, hace ahora precisamente un cuarto de siglo, a la temprana edad de 59 años. Cristian Saucedo supo colmar anoche las expectativas de un artista sin igual, con sello propio, que no se parecía a nadie, compás flamenco por copla, cuplés por bulerías o canción española. Era toda una experiencia verlo, porque fue un verdadero regenerador del flamenco, adaptándolo al gran público. Y Cristian transmitió ese desgarro, esos gestos, esa expresividad y arranques de genialidad. Así como esa característica bulería melódica, y cortita, del pueblo de Bambino, Utrera (Sevilla). Por supuesto, no se pueden pasar por alto las rumbas, o incluso boleros, rancheras y todo tipo de baladas, de las que Cristian supo sacar el jugo, con letras de Manuel Alejandro o Antonio Gallardo, entre otros… Interpretó diversos temas, entre los que podemos citar Cómo se pueden querer dos mujeres a la vez, Amor Loco, Maldita Pared, Payaso…

Ya nos va quedando poca primavera, si no, que se lo pregunten a los termómetros del Bajo Guadalquivir. Tres semanas de espectáculos para que finalice la Primavera Flamenca de la Venta de Vargas 2024, que sigue se sigue celebrando en uno de los templos mágicos del flamenco. Acudir a la Plaza de Juan Vargas es acudir a la propia historia del flamenco.

Y en julio la Venta de Vargas celebra el nuevo ciclo La Carmela, aquí pueden consultar la programación.