Resistencia Flamenca presente en la manifestación del 17S

Cinco meses han pasado desde que, por fuerza mayor, los tablaos de España apagaron las luces por última vez. Cinco meses sin quejíos haciendo eco en paredes que contarían historias, cinco meses sin guitarras alegrando noches interminables, sin tacones marcando compases y latidos en propios y visitantes. Cinco meses sin flamenco en Madrid.
Nadie creía al inicio que el impacto podía ser tan feroz, pero pasados algo más de dos meses de iniciar el confinamiento, una noticia cayó como un puñal sobre artistas y aficionados del arte jondo: Casa Patas, la Catedral flamenca de la capital, anunciaba el cierre definitivo de su tablao… un sitio que fue la cuna artística de algunos de los más grandes.
Fue entonces cuando se supo con certeza que el problema era más grande de lo que se creía y surgió de inmediato la necesidad urgente de hacer algo para mantener vivo este menospreciado arte. ¿Si hoy cierra Casa Patas, mañana cuál cerrará?, se preguntó Lola Mayo, bailaora y maestra de flamenco, y de inmediato se puso en acción para intentar evitar más noticias como esa.
Empieza la resistencia
“El Patas fue parte importante de mi vida, bailé allí en mis inicios, por lo que en ese momento de añoranza me dio por gritar a los cuatro vientos que tenemos que hacer algo”, recuerda Lola. Era la noche del 30 de mayo y fue su hija quien le sugirió el nombre para crear lo que empezaría como un grupo en redes sociales y acabaría, a día de hoy, siendo toda una plataforma con una misión muy clara, la “Resistencia flamenca”.
“Veíamos que todos los gremios se manifestaban y nosotros –los flamencos- sin hacer nada, todo estaba cerrado, no podíamos trabajar… entonces nos dimos cuenta que si los tablaos como empresa no podían subsistir, tampoco nosotros los artistas podríamos hacerlo”.
De inmediato, en la página de Facebook comenzaron a manifestarse destacados artistas y aficionados de todo el país y muchos del exterior, todos expresando su pesar por la situación y apuntando al mismo objetivo: fortalecer un movimiento que ponga sobre la mesa el valor de los artistas y la importancia del flamenco como verdadero bien de interés cultural, ya que al ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, su protección y subsistencia en las mejores condiciones debería garantizada.
El quejío se ha escuchado
El impacto de Resistencia Flamenca fue alto y rápido. Algunos medios se hicieron eco del movimiento que los artistas promovían y los mensajes de apoyo desde muchas partes del mundo seguían llegando.
Desde la plataforma, que actualmente cuenta con más de 3.500 miembros, se han enviado ya dos importantes comunicados, uno al Ministerio de Cultura, con más de 200 firmas de respaldo y otro a la propia Unesco, que respondió el 9 de junio reivindicando todo su apoyo y solidaridad ante la delicada situación, instando además a preservar, conservar y divulgar este milenario arte a través de los tablaos.
Manifestación 17 de septiembre
También forma parte del conjunto de Asociaciones de Espectáculo de España y de M.U.T.E. (Movilización Unida de Trabajadores del Espectáculo), con quienes se organiza ya una manifestación para el próximo 17 de septiembre de manera simultánea en las principales ciudades de España.
“Técnicos, artistas, músicos, cantantes, actores, Dj´s… todos los sectores del espectáculo estarán presentes y nosotros participaremos como Resistencia Flamenca. Todo el que quiera puede asistir y debería asistir”, afirma la impulsora de la plataforma, a tiempo de recalcar que es urgente que se apruebe el estatuto del artista, donde se concentran todas las necesidades que latentes en el sector tanto de manera global como individual. “Llevamos desde marzo sin tener un ingreso en casa. Hay artistas que lo están pasando muy, muy mal. Incluso en comedores sociales o pidiendo ayuda a amigos o familia y no es justo”, asegura.
Un movimiento mundial
La Resistencia Flamenca puede apoyarse desde cualquier parte del mundo, porque la lucha por este arte ha quedado entre los últimos escalones en todas partes, aunque esta vez, se trata de la cuna misma del flamenco, que amenaza con seguir agonizando precisamente en el país que lo tiene por bandera.
Por eso, la bailaora y activista recuerda que es muy importante que sigan acompañando este movimiento y la movilización del 17-S, ya sea mediante las plataformas de redes sociales desde el exterior, o presencialmente quienes están en España, para que se refuerce la presencia de artistas y aficionados e impulse la lucha que ahora mismo les ha unido: mantener vivo el arte flamenco y sus tablaos.
La plataforma de momento se encuentra como un grupo público en Facebook: @ResistenciaFlamenca.
Paula Y. Valdez