Rafaela Carrasco trae un flamenco ‘muy vivo’ a Suma Flamenca de Madrid
Definir el trabajo de Rafaela Carrasco en esta apuesta en Suma Flamenca de Madrid no es nada fácil para quien estamos ‘mal acostumbrados’ a solo ver y relacionar un baile con un palo flamenco. Y esta apuesta traspasa todo eso para meternos en mundo musical donde las composiciones suenan muy flamencas sin serlas; y eso ocurre porque el flamenco es así de grande y los flamencos todo lo que tocan lo llevan a su terreno y queda tan integrado que nunca sabes si es o no flamenco, pero a flamenco suena y si no sonora, que más da si el trabajo está bien hecho y ‘Creaviva’ lo está.
Rafaela Carrasco empieza con soleá, eso sí, así empieza pero que se va transformando todo para mostrar una continua soledad, una frustración, un desamparo. Un contraste con la evocación de imágenes como antesala al comienzo de un algo que acabará encontrando su identidad. Una apuesta muy personal que encara un viaje en donde girando en un entorno muy particular, llega ese momento en el que la inspiración y el descubrimiento dan forma a esta artista.
Canciones o coplas populares, un pandero cuadrado que nos traslada a mi sentir, a la zona norte de España, así poco a poco vamos llegando a ver el crecimiento de una bailaora que culmina con unas cantiñas y esa típica bulería de Cádiz.
Y un final que sorprende por las formas interpretativas de la cantaora Gema Caballero en unas bulerías acompañadas solo por compás y sin guitarra, y un baile entre bulería muy lenta o una solea un poco rápida, pero sin ser una soleá por bulerías o una bulería por soleá.
Genial y soberbio el cante de Antonio Campos, las guitarras de Jesús Torres y José Luis Medina con un toque muy especial. Y destacar el papel de la percusión de Pablo Martín Jones, que definiría como espectacular.
Juan José Gil Sánchez para Flama






