En la segunda jornada del Festival Miradas Flamenkas hemos podido disfrutar de un espectáculo dirigido por el cantaor Paco del Pozo. Si alguien pensaba ver un espectáculo de copla, se equivocó. Un repertorio de lo más flamenco y con un aire a los cantes mas puros del flamenco: Peteneras, Tangos, Farruca, Taranta de Marchena, Siguirillas, Granaína, Bulerías, Alegrías y Fandangos naturales, eso parece más flamenco que un recital de copla.

Pero la inquietud del cantaor, nos lleva a rescatar letras de los maestros de la copla, como Quintero, León o Quiroga, se hacen protagonistas de eso cantes, que en algún momento de la historia se entrelazan y beben entre sí de las distintas disciplinas artísticas.

Me gustaría destacar la Farruca, ya que son pocos los cantaores que la utilizan en un  recital, siendo un cante de los más clásicos y lleno de armonías que hay en el flamenco. Una granaína, mano a mano con el chelista José Luis López, demuestra las inquietudes del cantaor madrileño, y supuso el corte con más corazón y sentimiento de este repertorio.

Un elenco artístico de lujo. El baile de Rafael Peral, el chelo de José Luis López, la percusión del maestro Tino di Geraldo y la guitarra de Paco Vidal, que demostró como se puede tocar de esa manera tan especial y con una tendinitis que al final del espectáculo le pesaba.

Para finalizar el espectáculo, hizo un popurrí de tres coplas míticas y dos de ellas, recordaba al maestro Miguel de Molina: Ojos Verdes, La Bien Pagá y María de la O.

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