Marina Heredia homenajea a su tío Manolete en el Festival Flamenco de Nîmes 2023
Marina Heredia ofreció anoche, en el Festival Flamenco de Nîmes 2023, un recital de cante flamenco tradicional con muchos matices y personalismos; lo que se podría decir una evolución natural y a su forma de reinterpretar el cante jondo. Versatilidad en los estilos escogidos, y a todos y cada uno le aportaba su sello personal, y gitanería, como denominador común.
Sorprendieron sus formas y poderío por alegrías, un palo que se le resiste mucho a los artistas que no son de la provincia gaditana, con mucho brío y subiendo en los machos de manera cabal. Con un jefe de orquesta, José Quevedo Bolita, que se hace imprescindible en la composición y desarrollo musical de la obra que ejecutaron anoche en Nîmes, En Concierto. Ovación y olés en las alegrías. Giro a la siguiriya, igualmente personal, con unos cortes muy emotivos.
Por soleá, Bolita no paraba de crear, con sonido propio. Un toque precioso, como roto, desacompasado pero a compás, sobrao. Parecían ecos de Diego el del Gastor. Y de aquí nos pasamos a la farruca, que reconoció no haberla cantado nunca, pero la ha preparado en homenaje a su tío Manolete, «mejor bailaor de la farruca», que nos ha dejado recientemente.
Y sin abandonar Granada, Marina se mete por fandangos de la tierra, con remate por abandolaos preciosos y, como todo el espectáculo, con un toque personal. Luego por tangos… con ese metal tan gitano que le ha dado la familia, y con un compás apabullante y que igualmente levantaba olés a cada instante, con la percusión de Paquito González y las palmas de Anabel Rivera y Fita Heredia.
Marina Heredia ofreció un recital con un toque mágico de composición y precisión en la ejecución, a lo que se aporta su metal y sus formas en el escenario, lo que hizo que tuviera que salir hasta en dos o tres ocasiones una vez terminó el espectáculo, con un público rendido a sus pies. Porque el remate por bulerías, y cuplé, hizo las delicias de un público francés que llegó al cénit con el Se nos rompió el amor, de Rocío Jurado. El flamenco tradicional levanta pasiones entre la afición francesa.