Daba alegría volver a ver repleto el aforo de la Peña Flamenca La Bulería de Jerez durante este recital del Circuito Andaluz de Peñas Flamencas, funcionando de manera normal – con las inevitables mascarillas -, y con un espectáculo de lujo. Que, además, tuvo una acertada presentación por parte del compañero José María Castaño, quien disertó sobre la familia del joven que íbamos a escuchar sobre las tablas, Manuel Georgio Fernández, Manuel de la Tomasa (Sevilla, 1999). Manuel posee un metal de voz impropio para su edad, que acuciaba esos soníos negros tan famosos de García Lorca y que hacían referencia a los del tatarabuelo del joven, don Manuel Torre nada más y nada menos. Como bien explicó Castaño, fue la rama de los Torre que se desplazó a Sevilla y allí dejó esta variante del arte de los Soto, ya que realmente era su apellido. Torre era el apodo, por la estatura del gitano cabal afincado en Sevilla, pero oriundo de La Plazuela, como se conoce al Barrio de San Miguel de Jerez.

Impone ver artistas jóvenes que cantan con esa afición, con ese respeto a esos soníos que cada vez se escuchan más lejanos, tanto en la distancia como en el tiempo. Tientos tangos, malagueña, soleá, siguiriya, alegrías, bulerías, toná… Brilló en todos y cada uno, pero ya de pie, escuchando la toná se me pusieron los pelos de punta. Y creo que había más aficionadxs emocionados. Cuando se canta con sentimiento y honestidad, y con esa garganta, da una gran satisfacción ver que la estirpe de los Torre continúa en buenas manos.

Aunque las dos charlas previas de José María Castaño hablaban de esa rama de la familia de Manuel de la Tomasa (de su abuelo José, ya sevillano, y de la Alameda). Pero personalmente me gustaría destacar los aires de su otra familia, por parte de madre, la de su bisabuelo sevillano (Alameda) Manuel Giorgio Pies Plomo. Y es que Manuel me recordó en muchos momentos a su abuelo materno, detalle que no podía pasar por alto, debido a la categoría y distinción de los cantes de don Manuel Giorgio. ¡Vaya dos bisabuelos, Manuel Torre y Pies Plomo!

Isidoro Cascajo de la Barrera-Caro