Lole Montoya es una cantaora tan especial como necesaria en la evolución del cante flamenco de las últimas décadas – sobre todo en su etapa junto a Manuel Molina (DEP) -, con el dúo Lole y Manuel. El pasado 1 de agosto levantó pasiones con su recital en la programación de Flamencad 2024, en el Baluarte de la Candelaria, ya que hizo un recorrido por sus grandes éxitos junto a la guitarra de Juan Carmona (Ketama). Hizo algunos temas clásicos, como ‘Mariposa Blanca’, o ‘Dime’. Con su cante melódico y, a la vez, lleno de gitanería, a media voz… hasta que entonó lo que fuera un himno del ‘nuevo flamenco’: ‘Todo es de color’, se rebuscaba entre altos y bajos, entre graves y agudos… con ‘conversaciones sobre el amor’ con el público.

Aunque Lole interpretó los clásicos, fue un viento fresco, porque los hizo todavía más suyos, hilvanando flamenco con aires morunos (propio de su madre, La Negra (DEP)), jazz e, incluso, soul, tanto en la forma como en el fondo, ya que recitó algunos versos en prosa sobre el amor y sobre Dios. Un juego armónico al que Juan Carmona, otro representante del ‘nuevo flamenco’ de los 80, se adaptó y colaboró en hacer los deleites del público con la dulzura de los tonos y las letras de la trianera. Un público que abarrotó el Baluarte, colgando el cartel del ‘No hay billetes’.

Pero los aires de Triana llegaban desde el Guadalquivir a la Bahía de Cádiz con otro gran bastión del cante flamenco y gitano de Triana de los últimos 30 años, Remedios Amaya, quien interpretó también sus grandes éxitos, como ‘Tus labios pa mí’ o ‘Ay, quién maneja mi barca’. Una noche muy emotiva con un público gaditano al unísono de ¡Viva Cádiz y Viva Triana!