Dentro de la programación de la Bienal de Flamenco de Sevilla 2024 pudimos ver ayer el primer espectáculo del Ballet Flamenco de Andalucía bajo la dirección de Patricia Guerrero.

Mariana Pineda fue una mujer joven que luchó por la libertad y la tolerancia a toda costa, era una mujer de firmes convicciones liberales, legal y fiel a sus compañeros.

Esa bandera culpable de la ejecución de Mariana, lleva el lema ‘Libertad, Igualdad y Ley’ y fue por lo que esta mujer luchó hasta su ejecución.

Podemos advertir la semejanza de la jovencísima directora de este ballet Flamenco de Andalucía Patricia Guerrero con Mariana Pineda. Además de ser las dos de Granada, Patricia nos ha demostrado desde sus comienzos su valentía, su inteligencia y su libertad. Nuestra directora del Ballet ha sido muy sagaz, rodeándose de grandes profesionales para que cada uno en su materia acierte para producir un espectáculo de gran calidad.

Empezando por encargar a un profesional literario que hiciera la dramaturgia, Alberto Conejero. Es evidente que se ha cuidado esta parte tan importante para que un trabajo donde se cuenta una historia pueda entenderse. Patricia sabe la importancia de este apartado ya que hay artistas que desconocen la importancia de justificar lo que se dice, lo hacen ellos mismos y suele ser un error.

La música es una banda sonora que habla por sí sola, se comprende la historia que se está contando completamente. Dani de Morón y Agustín Diassera son los artífices de esta obra, músicos que llevan muchos años trabajando con Patricia y que se conocen muy bien en este oficio. La percusión es grandiosa te lleva por todo el recorrido de esta historia dramática a cargo de Agustín Diassera y David Chupete. El trío clásico dirigido por Manuel Busto es conmovedor e imprescindible en este paraíso sonoro, así como la adaptación de las letras de ese cantaor completo que es el granadino Sergio El Colorao. Las voces de Amparo Lagares, Manuel de Gines y el mismo Sergio están muy conectadas y juegan dentro de la sensibilidad armónica y dramatúrgica de la historia, así como las guitarras de Dani de Morón, José Luis Medina y Jesús Rodríguez.

Toda la puesta en escena está muy cuidada, resulta coherente y significativa, dentro del minimalismo escénico, pero no le hace falta más. La escenografía de Bengoa Vázquez y Laura Ordás, un muro que dice cosas como: “me doy contra un Muro”, “Nos separa un Muro”, “Muro de las lamentaciones”, “Muro de fusilamiento”, “Muro que no me deja pasar”… El vestuario de Pablo Árbol es perfecto tanto en la historia como en el significado de cada momento de los pasajes de la misma. Las luces son de sueño hechas por un gran iluminador de escena Juan Gómez Cornejo,  Premio Nacional de Teatro.

Clara está la profesionalidad y la categoría con la que Patricia Guerrero ha querido contar y es que esta jovencísima directora ha sabido qué herramientas tiene que usar para triunfar en su primer trabajo como directora de ‘Pineda, Romance Popular en Tres Estampas’.

La introducción la hace un grupo de mujeres, el coro femenino de la Asociación Cultural Cruz de Mayo del Albaicín, que hacen cestas de flores mientras cantan con letras de Federico García Lorca un romance que resume la trágica historia.

Momentos soberbios hay muchos, la obra está muy bien contada, desde el principio cuando sale el cuerpo de baile cosiendo, conspirando y a continuación, anticipando el final de la historia a modo de aviso de lo que podía llegar. Esa reunión de la madre adoptiva y Clavela esperando angustiadas a Mariana y llegando su grupo de amigas para hacerle reír no puede ser más elegante tanto en el plano de danza como en el visual con el uso de algo tan tradicional y bello como es la Danza Española y las castañuelas.

Alfonso Losa encarna el papel de Pedrosa a la perfección, nos reafirma la calidad de su baile en una soleá con su ejército donde claramente nos cuenta ese momento rebelde, obsesionado por perseguir a los instigadores del movimiento liberal en Granada.

Patricia Guerrero nos sorprende cantando una nana muy bien entonada para después dar paso a uno de los momentos más sensibles de esta historia, es el encuentro de Mariana Pineda con su amante Pedro donde realizan una coreografía luminosa en la que se sienten los susurros, un paso a dos de Patricia Guerrero y Eduardo Leal que te hacen sentir el amor en la piel. Qué momento más bello en el que los dos protagonistas de la escena se entrelazan con una melancolía alegre donde se quisieron y se amaron hasta enloquecer.

Es imponente y sobrecogedor el momento de la batalla coreografiada por La Venidera (Albert Hernández e Irene Tena) con la aparición final del Alcalde del Crimen de Granada ‘Pedrosa’ interpretado por Alfonso Losa que va matando uno a uno de los luchadores por la libertad interpretando excelentemente su personaje, no solo con su baile que es claro y rotundo sino también con su teatralidad cruel y atroz.

Pedrosa estaba enamorado de Mariana y obcecado con demostrar la implicación de la heroína granadina en los movimientos subversivos que encontró en la bandera, mandada a bordar por Mariana Pineda, el argumento perfecto para condenarla a muerte. Los dos artistas demuestran en esta coreografía la perfección de los trabajos que han hecho juntos, la fuerza expresiva y técnica que ambos poseen. Quizás eché de menos alguna intención de ese amor obsesivo que Pedrosa sentía por Mariana.

Este espectáculo está lleno de simbología, elementos surrealistas como el momento de la muerte de la protagonista rodeada de personas vestidas de negro agitando abanicos del mismo color, que como dijo un espectador a la salida del Teatro Maestranza, “parecían cuervos alrededor de ella” o su muerte en el cadalso en nombre de la libertad con una bata de cola roja muy sui generis que Patricia Guerrero lo borda para acabar volando su alma hacia la eternidad.

Hay que destacar también el cuerpo de baile. Un grupo de jóvenes con muchísimo nivel técnico y artístico, además de muchísimo arrojo y fuerza.

‘Pineda Romance Popular en Tres Estampas’ es un Sueño para no olvidar. Completo y sublime homenaje al grandioso Federico García Lorca que compondría poemas tan hermosos y sabios como:

¡Yo soy la Libertad porque el amor lo quiso!
¡Pedro! La Libertad, por la cual me dejaste.
¡Yo soy la Libertad, herida por los hombres!
¡Amor, amor, amor, y eternas soledades!

Si Lorca levantara la cabeza seguro que se pondría de pie para aplaudir esta versión de su obra, como lo hizo anoche el público que llenó el teatro Maestranza.

El nuevo Ballet Flamenco de Andalucía dirigido por esta joven artista, Patricia Guerrero promete calidad destacada a nuestra región, región de mucho arte que esperemos que las instituciones pertinentes apoyen esta nueva etapa del Ballet Flamenco de Andalucía y se haga merecidamente relevante a escala internacional.

Susi La Bronce para Flama
Archivo Fotográfico de La Bienal de Flamenco / ©Laura León

Ficha Técnica

Dirección artística y coreografía: Patricia Guerrero

Guitarra: Dani de Morón, Jesús Rodriguez, José Luis Medina

Percusión: Agustín Diassera y David Chupete.

Cante: Sergio “El Colorao”, Amparo lagares y Manuel de Gines.

Baile: Patricia Guerrero, Alfonso Losa, Eduardo Leal, Ángel Fariña, Agustín Barajas, Alvaro Aguilera, Araceli Muñoz, Blanca Lorente, Claudia “La Debla”, Cristina Soler, Hugo Aguilar, Jasiel Nahin, Lucía “La Bronce”, María Carrasco, Pablo Egea, Sofía Suarez.