La Tacha muestra la naturalidad de la vida

La Tacha explora un universo muy especial que para algunas mujeres es un cambio duro y frustrante; para otras mejor asumido y un cambio natural a través del espectáculo que presentó en Suma Flamenca de Madrid, Menopausa. Con una puesta en escena simpática y desentendida, la bailaora y bailarina de Elche (Alicante) La Tacha nos ofreció – en el Centro Cultural Pilar Miró – ese cambio en la vida con la llegada de la ‘menopausia’, donde hay un antes y un después, y en donde ella nos lleva a una celebración apasionada de la mujer y nos dice que algo termina, pero mucho sigue.
Ella lo da todo con mucha elegancia, con picaresca y con mucho humor para hablar de algo serio bailando, cantando, recitando y con una gran puesta en escena. Con una idea original y la dirección de Tacha González, el cante de Teresa Hernández y la guitarra de José El Pelirrojo lo que menos importa es qué se cantó, qué se tocó o qué se bailó, porque era flamenco, hubo soleá, guajira con la participación de una parte del público, que seguramente eran alumnos de ella, hubo toná carcelera, malagueña, taranto y tangos… ¡que más se puede pedir!
Mensaje, eso es el flamenco, un mensaje siempre, desde el comienzo de este arte y por ello aplaudo de pie la iniciativa de esta mujer que debe extenderse al resto de las disciplinas, el cante o la guitarra. El Flamenco está vivo y seguirá vivo mientras se retrate la actualidad y no vivir en la añoranza.
Gracias, porque sin duda alguna, esta frescura renueva el alma, renueva el flamenco y la esencia no se pierde y mira que esto es difícil, pero no imposible.
Juan José Gil Sánchez Flama