La Lupi trae a la Suma Flamenca sus aromas malagueños
Una apuesta fuerte la que nos trajo anoche La Lupi a Teatros del Canal en el programa de Suma Flamenca de Madrid, que mira hacia el Oriente Flamenco Andaluz. Esta malagueña bailaora que trae su tierra en la sangre. Susana Lupiánez, La Lupi, es una bailaora por vocación, se ve en el escenario, rodeada de un gran elenco artístico y un juego de luces y bambalinas para trasladar al público hasta Málaga. Quizás por eso empezó con un juego de manos con una musicalidad y luz tenue en donde destacaba ese sombrero típico y colorido de su tierra para arrancarse por verdiales y serrana.
Después continúa con la caña acompañada por Marina Perea y Sara Carnero, y en donde, con un paseo lucido por el escenario, supieron meterse al público en el bolsillo.
Toca preparar la otra parte y mientras, fandangos sin acompañamiento musical en las voces de David El Galli y José Manuel Fernández. Un momento acogedor, poca luz y solo voz, voces contrastadas, una rota y la otra fuerte, pero algo más dulce y sin guardar silencio se da paso de nuevo a La Lupi, que sale con un vestido verde de cola larga para bailarnos unas bulerías de Cádiz llenas de elegancia, con una pincelada de picaresca y humor y algo de poesía al ritmo de tanguillos.
Es verdad que para mi gusto la bata no se movió con soltura, faltó naturalidad.
Y la noche llega a su fin por tarantos, sobrios, duros, oscuros, como si estuviéramos viviendo la dureza y la soledad de la profundidad de una mina. Para mí lo mejor de la noche en el baile, ahí se volcó.
Quizás faltó algo de estilismo, pero dejó el baile malagueño aquí, en Madrid.
Hay que destacar como sublime el sonido, muy bien compensado y con un volumen excepcional, además del cuadro de atrás con un percusionista tenue pero que no pasa desapercibido, David Galiano.
Una buena noche que nos va acercando al final de la Suma Flamenca 2024, que, por ahora, deja el listón muy alto para el próximo año.
Juan José Gil Sánchez para Flama