‘La fragilidad’ de Ana Morales, en Miradas Flamenkas 2024

La Comunidad de Madrid organiza Miradas Flamenkas, la V Muestra Flamenco de Vallecas, que en esta ocasión homenajea al dúo de rock y flamenco de Las Grecas. Los interesados tendrán la oportunidad de acudir a las distintas actuaciones que presenta esta edición del festival hasta el domingo, 8 de diciembre.
En esta ocasión, era el turno de Ana Morales en el Centro Cultural Pilar Miró. La bailarina y bailaora catalana, Premio Nacional de Danza en 2022, presenta La fragilidad, uno de sus recientes trabajos en los que aúna precisión técnica, rebosante vehemencia y calidad incuestionable.
Las luces del centro cultural enmudecen y una voz cálida emerge de los trasfondos del teatro. Ana Morales, vestida con un pantalón negro muy ancho y una chaqueta azulona que hace a su vez de falda, viene dispuesta a ofrecer un espectáculo íntimo lleno de reflexiones introspectivas y emocionales. Para ello, avanza decidida hacia el proscenio sosteniendo la atención de todos los asistentes a través de unos reflexivos versos.
En la boca derecha de las tablas descansa un piano que poco a poco adorna la poesía de la protagonista. La que sale de su voz y la que interpreta con su cuerpo de manera alterna. En esta ocasión, el encargado de darle vida al instrumento es el pianista José Carrá.
Desde una danza que evoca un flamenco orientado hacia una de sus perspectivas más contemporáneas, Ana nos regala sensualidad, elegancia y precisión. Cualidades que sin duda van intrínsecas a su baile. Un baile que riega con la vulnerabilidad más evidente y el equilibrio más certero. Pero si hay algo sobre las formas de Ana Morales que no pasa desapercibido es la técnica de los giros y el perfecto control de su cuerpo. Sobre todo, el dominio de cada uno de los puntos sobre los que se sostiene el escenario. También, el impulso exacto con el que mueve el mantón y la base clásica embellecen cada uno de los fragmentos en los que se divide la actuación.
Una vez que ha quedado manifestada la pulcritud y el esmero con el que la bailarina ejecuta cada uno de sus movimientos, no se puede pasar por alto su visceral interpretación. Quizá porque representa una historia muy personal. Y es que se sabe que este trabajo de Morales versa sobre una serie de partituras que estremecieron a su madre siendo una niña. Tanto que no quiso volver a interpretarlas. Ahora, la protagonista de La fragilidad toma el relevo para convertir en talento y belleza esa conmoción. Para transformar la melancolía en ingenio y creatividad.
La exégesis es auténtica y profunda. Ovacionada por el público a cada paso. Y es que a pesar de construirse mediante una generosa cantidad de breves interpretaciones, el público no pierde en ningún momento las ganas de aplaudir. Seguramente porque ella también sabe hacer llegar de una forma sencilla una serie de complejas y a la vez inconfundibles emociones. Por eso, la obra se ve envuelta en la máxima naturalidad y autenticidad. Además, se convierte en un verdadero feedback entre artista y auditorio.
En la música se reconoce el flamenco. El estilo andaluz queda impregnado en las piezas compuestas para este espectáculo. A través de ellas, al igual que en la interpretación de la artista principal, se puede realizar una efectiva inmersión en cada una de las emociones que es capaz de evocar el ser humano. Además, la complicidad que existe entre el pianista y bailarina es tan profunda que las teclas del piano acompañan los zapateados y viceversa, con una perfecta e inmaculada precisión.
Llegando al final, la de Barcelona danza desbocada acercándose al punto álgido de su actuación, soltándose el pelo y desabrochándose el vestuario que la había adornado hasta el momento, para finalmente caer exhausta sobre el piano y hacer una última introspección. Aquella que invita a pensar que romperse es un talento y que el tiempo es el mejor de los maestros.
A pesar de que muchas veces la perfección ejecutante de las creaciones impide ver la parte más trascendental y reflexiva, en este caso los developés, déboulés y las piruetas son un exquisito vehículo para hacer una reflexión personal sobre la forma de enfrentarse a los miedos y las flaquezas. Es fácil proyectar un horizonte más allá de lo mundano cuando la persona que está detrás de la creación es una artista como Ana. Con la capacidad de poner obras a disposición del oyente que no solo invitan al disfrute más terrenal, sino que impulsan a navegar de forma permanente entre la trascendencia, la meditación y la belleza de lo etéreo. Y es que sin duda, Ana Morales es una de las bailaoras más completas del panorama actual.
Texto y gráficos: Alejandra Pachón para Flama
Ficha artística
La fragilidad, de Ana Morales
Miradas Flamenkas, V Muestra Flamenco de Vallecas
Centro Cultural Pilar Miró, Villa de Vallecas, Madrid
24 de noviembre de 2024
Baile: Ana Morales
Piano: José Carrá