Asistimos al penúltimo espectáculo del festival Miradas Flamenkas, de la mano de Jesús Carmona, presentando Baile de Bestias. Ya la verdad es que es el título perfecto para definir este espectáculo. Resaltar la genialidad de que un espectáculo de estas características se pueda disfrutar en escenarios que no son de primer nivel. Un teatro humilde, como el Centro Cultural Pilar Miró de Madrid, pero repleto de buenísimos profesionales, puede hacer disfrutar de una maravillosa representación.

El Premio Benois como Mejor Bailarín del Mundo 2021 nos ha sorprendido con una escenografía boscosa de iluminada noche. Una entrada por el patio de butacas y un sonido de voces que va cautivando al los espectadores. En el escenario, obra de Manu Masaedo, un trabajo espectacular en el desarrollo y contenido musical del espectáculo.

Artista polifacético instrumental y vocal, nos enseña sus variantes sonidos cubanos, electrónicos, traperos y otras influencias musicales. Un martinete del maestro Chocolate, con ritmos llevados a otro sentido musical o una bulería de la inagotable Paquera de Jerez, con voces sampleadas, sorprenden y maravillan a todos los asistentes y arrancan algunos oles. Las voz inconfundible de Montse Cortés que aparece en una bulería bailada con un sentido y una expresión corporal maravillosa.

Sesenta minutos de baile sin un solo segundo de descanso nos llevan a ver el cuerpo perfecto de baile y un artista que muestra la estética, la plasticidad, la inquietud, la innovación, la pureza, la inteligencia, la musicalidad y miles de características que podría seguir enumerando.

Simplemente una bestialidad llevada a un escenario.

Furu para Flama