Parece que en los últimos años el mundo cambia a mayor velocidad de lo que el ser humano es capaz de asimilar. Al igual que la sociedad, el flamenco también se ve afectado, ya que emana su arte directamente de la realidad, los sentimientos y la cultura, entre otras variables. Ya no suenan los mismos quejíos, son otros tiempos y vivimos una sociedad algo más uniformista donde todo debe pasar por ciertos filtros; malos tiempos para la lírica, y para la autenticidad. Y ahora es un buen momento para escuchar a los más jóvenes, cuando ya se van apagando esos ecos que comenzaron allá por los años 60 o 70 del siglo XX.

El Festival de Jerez 2025 es una clara apuesta por la ortodoxia más joven, según se puede observar en la programación; es decir, una oportuna y providencial mirada al relevo generacional. Ya nos dejaron esos últimos ecos de antaño (centrados en Jerez): Fernando de la Morena, El Torta, Manuel Moneo, La Paquera, Agujetas… y parece que Jerez está viviendo ese proceso ortodoxo hacia la digitalización. Y a estas velocidades muchas cosas se pierden en el camino; sobre todo, a juicio de un servidor, en el cante, que es el único instrumento natural, como todos sabemos. Y de ahí no se puede escapar.

Eso sí, actualmente vivimos una época dorada (parece que en esto hay consenso general) en el toque y en el baile. Puede ser que dependa más de la técnica, ya sea del cuerpo o del instrumento.

Desde este foro felicitamos a la organización del Festival de Jerez 2025 por esa delicada fusión entre la tradición y la vanguardia; la veteranía y la juventud; aunque no tienen por qué atender a la lógica. El flamenco es una música viva desde su propio nacimiento, y lo que es más estable en el mundo del flamenco, al igual que en el arte, es que siempre cambia. Sigue ‘teniendo’ que adaptarse a las nuevas realidades sociales y culturales… y también económicas, por qué no decirlo.

La gran y más tempranera cita del calendario flamenco anual se para en su propia raíz, porque (creo que también hay consenso) el manantial del flamenco está por algún pago cerca Jerez, aunque tenga afluentes en diferentes ubicaciones. Y el Festival de Jerez también es una muestra del arte local, que van sobraos, por cierto.

Del 21 de febrero al 8 de marzo no cabrá un alfiler por la ciudad del vino, del caballo y del flamenco. Más de 40 espectáculos de cante, toque y baile; de los cuales, 16 son estrenos.