El buen cante sustentado por los aficionados en el Festival Nacional de Cante Flamenco de Ogíjares 2024
Se agradece en primer lugar a los socios de la Peña Flamenca Eva Yerbabuena, quienes hacen posible la realización del XLV Festival Nacional de Cante Flamenco de Ogíjares, recordando la importancia que tienen las peñas flamencas para la realización de los festivales. Peñas y festivales, ¿qué sería del flamenco sin sus vivencias? De vivencias y mil historias flamencas hay un experto en Granada que siempre es bienvenido en cada rincón, en cada plaza y callejuela secreta, además de cada gran gala flamenca. Hoy es homenajeado y protagonista en Ogíjares: Curro Albayzín. Como regalo, en su discurso, declama unas palabras. “Y por el Albayzín voy buscando al niño que un día perdí. Que yo me perdí por las callejuelas del albayzín…”.
Granada no tiene mar,
pero tiene caracolas.
¿Qué faltita le hace el mar?
Después de la presentación de Curro Albayzín y sus versos mágicos, de talante y arte único, extraídos del poemario de Manuel Benítez Carrasco, Segundo Falcón se pone en primer lugar para subir al escenario, acompañado por los guitarristas Paco Jarana e Israel Gómez. Detalla los cantes por malagueñas y abandolados con los que va a comenzar, con nombre y apellido, como les gusta a los buenos aficionados.
Emilio Martín al violín y Niño Seve a la guitarra dieron comienzo al segundo asalto. Salió El Pele con un colchón musical majestuoso y alentó a una escucha atenta al realizar su fantasía flamenca, personal y propia. Une seguidamente varios cantes de levante de forma sublime, de pie frente al público. Se encuentra inspirado y creativo. Tiene la voz un poco cogida, pero esto le fuerza a buscar el duende con aguda atención. Las promesas son cumplidas y el acompañamiento de Niño Seve dan las notas justas de dulzura y sobriedad.
Agradece de nuevo a los aficionados su apoyo al flamenco, sin olvidar a cada uno de aquellos que hacen posible la realización de este festival, en palabras del mismo Pele, uno de los más importantes de Andalucía. Continúa por malagueñas y verdiales para dejar paso a la joya de su corona: por soleá. Sus alegrías le siguen con sones de tiernos recuerdos, suaves y mecidas con flamencura. Para acabar, dedicándosela al alcalde para que le pague, con guasa y buen talante, realiza uno de sus éxitos. Celebrado por el alcalde y todos los que no lo son, es decir, el pueblo, las sevillanas del pañuelo dan un rotundo final al cabeza de cartel del festival. Pero no quedó ahí, y como bis, como solamente El Pele puede hacer en el flamenco jondo, acaba con su rumba vengo del moro, moviendo la cadera al canto a coro de todos los asistentes.
Sigue la fiesta con Kiki Morente por alegrías. A la guitarra, Carlos de Jacoba y el reciente ganador del Bordón Minero en el mismo mes de agosto, Joni Jiménez. En representación de la saga de los Morente, realiza unas bulerías de la casa con el sublime acompañamiento de dos guitarras acompasadas y con buen gusto. Las puntas y tacones de la noche fueron dados por Agustín Barajas, bailando por taranto y soleá. El cante volvió con Reyes Carrasco, quien destacó con su interpretación de Estrella de Enrique Morente, muy alabada por los asistentes. Para finalizar el festival, Antonio Reyes comenzó su parte con buena letra y despacito, por soleá, continuó por tangos y bulerías, para finalizar por fandangos. La tradición se hizo grande y ya bien entrada la noche no faltó el fin de fiesta con la mayoría de los artistas en el escenario, por bulerías, encontrando así al niño que un día perdí por las callejuelas del Albayzín.
Granada no tiene mar,
pero tiene caracolas.
¿Qué faltita le hace el mar?
Pablo Giménez para Flama